¿Por qué los perros ayudan espontáneamente a las personas?

Cada cierto tiempo vemos noticias vinculadas con actos heroicos protagonizados por perros, tales como el que salvó a una niña que se estaba ahogando o el caso del bebé abandonado y que una perra y sus crías le dieron calor salvándole la vida o el perro que ayudó a su dueño a salir de la casa que se estaba incendiando.
En la mayoría de los casos, los animales no están entrenados para tales acciones. ¿Qué les lleva a actuar de esa forma?

Estos casos no son esporádicos, ocurren muy a menudo, perros que se juegan la vida para salvar a un ser humano, que en algunos casos, ni siquiera conocen a quien estaban ayudando.

Recientes estudios indican que los niños humanos tienen una predisposición biológica para tratar de ayudar a los demás, esto empieza a ser bastante claro entre los 18 meses y dos años de vida.
Dado que una gran cantidad de evidencia muestra, que los perros tienen una mente que funciona de manera similar a los niños de 2 a 3 años. Esto explicaría porqué los perros no entrenados también podrían tratar de ayudar de forma espontánea.
A pesar de las numerosas pruebas de que los perros ayudan a los seres humanos, los científicos todavía no están seguros si los perros están motivados internamente para ayudar a las personas (al igual que los niños) o es que simplemente están capacitados para seguir ciertas pautas o reaccionan en situaciones particulares de ciertas maneras.

Un estudio reciente arroja algo de luz sobre esta cuestión. La investigación fue realizada por el Instituto de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania.
Los investigadores se basaron en que los perros están dispuestos a ayudar, pero sólo si comprenden claramente la naturaleza de la ayuda requerida.

La investigación

Para probar esta hipótesis, los investigadores crearon un salón pequeño con una puerta transparente. La puerta de la habitación se podía abrir pulsando un botón que estaba en el piso. Los perros que fueron seleccionados eran todos animales domésticos, sin adiestramiento y fueron entrenados para pulsar el botón y abrir la puerta, de ese modo conseguían unas galletas que se podían ver en el suelo del recinto. En ciertas ocasiones, sin embargo, en lugar de un premio comestible, se colocaron otro tipo de objetos tales como un zapato. Es evidente que, en ese caso, no era de interés para el perro apretar el botón.
El resultado fue que cuando había comida, los perros pulsaban el botón en el 90% de las veces y cuando no había nada comestible el resultado fue del 3%.

Posteriormente, los investigadores crearon una situación en la que una persona (no el dueño del perro) hacía esfuerzos para abrir la puerta, en este caso, la ayuda por parte del animal pulsando el botón, fue del 30%.

A continuación, se realizó la misma prueba, con la diferencia que la persona le solicitaba ayuda al perro, llamándole por su nombre y señalándole el botón, en este caso la ayuda subió al 50%.

La tercera prueba, fue igual que la segunda, la diferencia era que quién solicitaba asistencia era el dueño del perro, aquí la ayuda trepó al 90%.

Conclusiones

Los investigadores resumen los resultados diciendo: "Los perros, en general, están muy motivados para ayudar al ser humano, inclusive a personas desconocidas, lo fundamental es que el perro entienda que necesitamos su ayuda. Resulta evidente tras estas pruebas, que ser el amo o establecer una señal de comunicación con el perro haciéndole entender que estamos en aprietos, sube las probabilidades de que el animal nos brinde algún tipo de asistencia".