¿Por qué hay personas más propensas que otras a ser víctimas de maltrato y hostigamiento laboral?... ¿O blanco de todas las bromas?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida (USA), se hizo esta pregunta e indagaron sobre injusticias y comportamientos abusivos en el ámbito del trabajo.
En particular, lo que querían saber los científicos era, que hace a ciertos empleados más que a otros, el objetivo preferido de acoso, agresiones o conductas antisociales.
Cabe destacar que en Estados Unidos, el 30% de los trabajadores son víctimas de alguna forma de atropello, por parte de compañeros o jefes. Esto, sin tener en cuenta los casos de acoso de índole sexual, que no era el objetivo del estudio.
La investigación
El sondeo se realizó con un modelo de test, que esta relacionado con la personalidad del empleado, y el cual mide su apariencia física y las emociones negativas o positivas que los compañeros de trabajo sienten hacia la persona.
Dicho test, identifica las características emocionales del resto del personal hacia una persona y que va desde el neuroticismo (la tendencia a experimentar emociones negativas hacia otras personas como la ira y la discordia), hasta la agradabilidad (la tendencia a considerar a otro individuo como bondadoso y apreciado), además, el test incluye la apariencia física de la persona (también según la clasificación de los otros).
Los resultados
Los autores observaron que, quienes recibían promedialmente, más abusos por parte de sus compañeros, eran quienes inspiraban más emociones negativas y que además, eran físicamente poco atractivos.
Si bien no fue ninguna sorpresa, que los considerados "más negativos" sean blanco de abusos o bromas pesadas, lo que sí llamó la atención, ha sido el hecho de que el atractivo físico también incidiera en este tipo de conductas.
Los autores señalan que las personas físicamente atractivas, son juzgadas previamente por los demás, como más agradables y socialmente más desenvueltas que las personas poco atractivas.
"Las emociones juegan un papel importante en la preferencias de las personas, también de aquellos individuos que pueden causar atropellos o abusos en una oficina u otro ámbito laboral y la belleza es una característica socialmente deseable, las personas atractivas pueden ser estéticamente agradables a los demás, provocando emociones positivas, mientras que las personas poco atractivas pueden ser estéticamente desagradables a los ojos de los otros, provocando emociones negativas", apuntan los investigadores.
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