¿Estamos programados para centrarnos en lo negativo?
¿Por qué tendemos a dar más importancia a los comentarios, las emociones y los acontecimientos negativos de lo que lo hacemos con las cosas positivas?
Está científicamente comprobado que el cerebro humano procesa la información negativa mas a fondo de lo que procesa la información positiva. ¿Cuál es la razón? Tendríamos que remontarnos a miles de años para atrás, cuando los hombres vivían en cuevas y coexistían con fieras salvajes. En ese momento, una información positiva puede que no tenga un efecto notable en la vida de un individuo, pero prestar atención a una información negativa podía significar la diferencia entre la vida y la muerte.
¿Por qué en la actualidad seguimos estando tan en sintonía con los acontecimientos negativos?
Ya no peleamos contra fieras salvajes para sobrevivir, pero desde el punto de vista evolutivo, esa clave genética ha ido saltando de generación en generación.
Halagos vs injurias
Si un ser querido te expresa lo inteligente que eres o que tienes una hermosa sonrisa, seguramente estos halagos se te olvidaran rápidamente.
Si por el contrario, el mismo ser querido te dice que eres un tonto o un inútil, es probable que estos agravios ocupen tus pensamientos y emociones por mucho tiempo, mucho más que las palabras positivas. Además, le otorgamos a este evento negativo una cantidad desproporcionada de importancia, tanta que en muchos casos la persona puede llegar a desarrollar un estado depresivo.
Piense en la última vez que no ha podido conciliar el sueño por la noche. ¿Fue a causa de pensamientos negativos o positivos?
Como revertir la importancia de lo negativo
Según los científicos la clave está en las personas que nos rodean. Cuando se juntan dos personas, una negativa y otra positiva, la positiva tiende a influir más sobre la negativa, que la negativa sobre la positiva.
La gente positiva también recibe malas noticias, la diferencia es que cambian sus pensamientos negativos a positivos rápidamente, aunque ellos lo hacen de forma natural, los investigadores aseguran que ese cambio también se puede hacer concientemente.
La adopción de medidas para aumentar nuestras influencias positivas externas, puede ayudar a nuestra configuración emocional interna.
Debemos saber que es posible transformar nuestra manera de pensar, no solo cambiaremos nosotros, también podemos afectar positivamente lo que siente el mundo que nos rodea.
Sólo de esa forma dejaremos de pensar en esas fieras salvajes que tanto nos acosan.
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