Se dice que el ser humano es la suma de sus recuerdos, que la experiencia es lo que nos hace ser quienes somos.
A pesar de esto, algunos comportamientos de la memoria son pocos conocidos. Aquí van algunas maniobras que utiliza la memoria en determinados momentos.
1.) Olvidamos para aprender
La idea de que el olvidar ayuda a aprender parece lo inverso a la intuición, pero funciona de la siguiente manera: imagínese si su cerebro podría recordar absolutamente todo.
Cuando usted se olvida en dónde ha dejado las llaves, al tratar de acordarse recordaría todos los lugares en dónde ha dejado las llaves en su vida.
Obviamente, el único que es de su interés es el más reciente. Y esto es así con la mayoría de nuestros recuerdos, los últimos son los más importantes.
Es por eso que olvidar ayuda a aprender, la información menos relevante, si bien queda en nuestra mente, se vuelve inaccesible. Naturalmente nos vamos quedando con la información que es más importante para nuestra supervivencia diaria.
2.) Un recuerdo se puede “revivir”
Acabamos de decir que la mayoría de los recuerdos se vuelven inaccesibles, cosa que es verdad, pero aún así, no se deterioran y pueden ser revividos.
Los experimentos han demostrado que inclusive la información que se ha convertido en inaccesible hace muchos años, puede ser reactivada.
Un ejemplo es andar en bicicleta, que es una habilidad motora, pueden pasar muchísimos años sin subir a una bici, aún así, la próxima vez sabrá como hacerlo.
3.) Sesgo de la previsión
¿Cuantas veces le ha ocurrido este ejemplo?... Usted tiene una idea o dato tan importante que cree que no se olvidará, por lo tanto no se molesta en tomar nota. Al cabo de 15 minutos se le ha olvidado y no puede recordarlo de ninguna manera.
En un estudio realizado por el psicólogo Asher Koriat, se le solicitó a un grupo de personas que aprendiera pares de palabras, por ejemplo “luz lámpara” y luego se les solicitó que pronosticaran que tan capaces serían de recordar la segunda palabra cuando se les dijera la primera. Prácticamente todos los participantes dieron como muy alta la probabilidad de recordar las segundas palabras.
Pasados unos minutos, cuando se les anunciaba la primer palabra, muy pocos recordaban las segundas palabras exactas.
Las personas tendemos a subestimar la capacidad de nuestra memoria, el “sesgo de la previsión” es muy común entre los estudiantes.
4.) Si el recuerdo es fácil, el aprendizaje es escaso
Cuando recordamos algo instantáneamente y con facilidad nos sentimos inteligentes, en cambio, cuando nos cuesta recordar algo sentimos lo contrario.
En términos de aprendizaje, deberíamos sentir exactamente al revés.
Cuando algo viene rápidamente a la mente, es decir, no hay esfuerzo para recordarlo, no se produce aprendizaje. Cuando tenemos que esforzarnos para acordarnos de algún dato en concreto, sucede algo bueno: aprendemos.
Esto es porque las técnicas de aprendizaje más adecuadas siempre implican poner a prueba a la memoria, el aprendizaje necesita recordar con esfuerzo.
5.) El aprendizaje depende en gran medida del contexto
¿Alguna vez ha notado que cuando aprende algo en un contexto, como por ejemplo un salón de clases, se le hace difícil recordarlo cuando cambia el entorno?
Esto se debe a que el aprendizaje depende en gran medida, de cómo y dónde: depende de dónde está, como lo aprende y de lo que hay a su alrededor.
Resulta que el ser humano a largo plazo, aprende mejor la información cuando está expuesto a ella de diferentes maneras o en diferentes contextos. Pero en el corto plazo y cuando el aprendizaje es altamente dependiente del contexto, no se transfiere bien a otros ámbitos.
6.) Mejor aprender mezclado
Supongamos que usted quiere aprender a jugar a tenis, ¿Qué es mejor, pasar un día aprendiendo el saque, otro día el drive (golpe derecho) otro día el golpe de revés y así sucesivamente? ¿O es mejor aprender todo mezclado, saques, drives y de revés todos los días?
Resulta que para la retención a largo plazo, la memoria recuerda con mayor facilidad si el aprendizaje es combinado. Esto es así para cualquier tipo de aprendizaje.
La explicación es porque nuestra mente funciona con lo que se denomina “hipótesis de carga”, cada vez que cambie la tarea debe recargar la memoria. Este proceso de recarga, refuerza el aprendizaje.
Para terminar
El resultado práctico de estos hechos, es que a menudo subestimamos la cantidad de control que tenemos sobre nuestra propia memoria.
Por ejemplo, la gente tiende a pensar que hay cosas que son, por su naturaleza, difíciles de aprender, por lo que renuncian a ello. Sin embargo, algunas técnicas como el uso de diferentes contextos, el cambio entre tareas de reconstrucción de los recuerdos pueden ayudar a aumentar la retención.
Recordando de distintas maneras nos puede ayudar a reinterpretar el pasado, por ejemplo, los estudios han demostrado que las personas pueden desplazar a los recuerdos negativos, centrándose en los positivos.
Con todo, nuestra memoria no es tan mala ni mucho menos. Puede que no funcione como un ordenador, pero eso es lo que hace que sea aún más fascinante para entender.
No hay comentarios :
Publicar un comentario