Observemos por un momento nuestra red de amistades, ¿qué clase de amigos tienes? ¿Son tus amigos muy cercanos a ti y les dedicas mucho tiempo? ¿O eres de aquellas personas que tiene mayormente un gran número de conocidos a los que ves muy ocasionalmente?
Es cierto que existe una creencia cultural de que uno de los pilares de la felicidad es tener un grupo de amigos íntimos, pero ¿es tan importante para todas las personas el tener un círculo de amistades tan cercanas?
Este tema fue estudiado por un grupo de profesores de la Universidad de Virginia, que posteriormente publicarían los resultados en un artículo de la revista ‘Psychological Science’.
Los investigadores sugerían que las personas de estratos sociales medios y bajos son más proclives a tener un círculo de amigos cercanos, en cambio las personas de un buen poder adquisitivo tienden a tener menos amistades cercanas, pero más conocidos. Esto se debe a que las circunstancias económicas de las personas de estratos sociales medios o bajos puede llevar a solicitar ayuda en un momento de necesidad. En cambio, una persona de buen nivel económico, que si bien el tener amigos le puede resultar agradable, no necesitará dedicarles tanto tiempo porque no será necesario solicitarles ayuda.
Cuando los individuos piensan que eventualmente podrían necesitar ayuda de otras personas, instintivamente aceptan que vale la pena invertir tiempo en amigos cercanos.
La investigación
Para explorar este tipo de comportamiento social los investigadores reclutaron a unos 200 voluntarios de ambos sexos. Se les solicitó que pensaran en sus grupos de amistades: en su círculo de amigos más íntimo, en los amigos cercanos pero que no forman parte de ese círculo íntimo, y por último, en los amigos lejanos.
A su vez, se les pidió que, basados en un sistema de puntos, le asignaran importancia a la cantidad de tiempo y esfuerzo que estarían dispuestos a destinarle a esos tres grupos de amistades. Por último, mediante un test, los investigadores indagaron en la situación de bienestar económico de cada participante.
Los resultados del estudio fueron muy similares a las predicciones hechas por los investigadores. Aquellas personas que tenían un nivel de ingreso medio o bajo, tendían a dedicarle más esfuerzo y tiempo a su grupo de amistades más cercanas. Por otra parte, las personas más económicamente acomodadas, fueron más proclives a centrarse en una amplia red de amistades distantes.
Este rasgo social es interesante, ya que sugiere que los seres humanos tendemos a configurar nuestra red de amistades, en gran medida, influenciados por las circunstancias económicas que nos rodean.
Esto significaría que la extendida creencia de que es importante contar con unos pocos amigos íntimos, puede no ser válida para todos los casos.
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