Del altruismo recíproco al efecto espectador


Seguramente usted esté familiarizado con la narración bíblica del Buen Samaritano, un hombre proveniente de la antigua ciudad de Samaria que ve a otro hombre que yacía tirado en un camino. Todas las personas ignoraban a este hombre, pero el samaritano se detiene para ayudarlo.


altruismo recíproco efecto espectador

Seguramente lo que guió al samaritano fue la regla de oro: haz por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti. Es el altruismo recíproco en acción, es decir, ayudar a los demás pensando en que alguien hará lo mismo con nosotros algún día.
Pero esta regla es desafiada a diario, muchas personas que a la vista de todo el mundo necesitan ayuda, no reciben el apoyo que necesitan. Esto se conoce como el efecto espectador. Este término fue acuñado por los psicólogos Bibb Latané y John Darley en la década del 60 en Nueva York a raíz del asesinato de Kitty Genovese, una chica de 28 años apuñalada en las cercanías de su casa, y que a pesar de sus gritos pidiendo auxilio, ninguno de los muchos residentes del gran complejo de viviendas se acercó a socorrerla.

A todos nos gustaría creer que si vemos a una persona lesionada en un accidente o víctima de un ataque le brindaremos algún tipo de asistencia. Pero la realidad dice que en ciertas circunstancias la mayoría de nosotros no lo hará, por ejemplo, si en el entorno hay mucha gente.


Varias investigaciones indican que cuanto mayor es el número de testigos presenciales, menos testigos se sienten responsables de ayudar. A este efecto se le conoce como "difusión de la responsabilidad".


¿Por qué son pocos los que ayudan?

Lo que ocurre en estos casos es que tomamos decisiones basadas en supuestas acciones de otras personas, o sea, la mayoría de los individuos del grupo supone erróneamente lo que los otros piensan. Por ejemplo, cuando vemos un accidente de tráfico, podríamos asumir que alguien más va a llamar a la emergencia.

Después de entrevistar a los participantes de un estudio, los investigadores descubrieron que aunque los espectadores no estaban en absoluto indiferentes individualmente, una parte de ellos no se sentía personalmente lo suficientemente responsables como para hacer algo.
Posteriormente a este estudio, Darley y Latané determinaron que el grado de responsabilidad que siente un espectador depende de tres cosas:

  • La relación entre el espectador y la víctima
  • Que la persona accidentada sea merecedora de ayuda
  • La cantidad de testigos presenciales

Si usted y varios espectadores observan una situación de emergencia, recuerde que su instinto, así como el instinto de los que le rodean, puede ser el de no hacer nada. Pero al ser conscientes de lo difuso que es la responsabilidad en estos casos, seguramente tome medidas para ayudar a la víctima. Y una vez que uno ayuda, entonces en segundos otros se unirán porque una nueva norma social se pone en marcha. Pensemos que cualquiera de nosotros puede ser la versión moderna del Buen Samaritano y hacer que el mundo sea un mejor lugar para todos.



3 comentarios :

  1. Opciones: mirar sin querer ver o intervenir para ayudar como personas.

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  2. A veces uno no ayuda porque se siente observado por los demás, pero eso es una inseguridad absurda si es mucho más importante socorrer a otra persona.

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  3. Segun leia el articulo pensaba q "se ayuda x obligacion..." o en busca de una recompensa inmediata o.futura; es decir,, no se actua altruistamente. Quiero pensar q una nueva conciencia nos ayude a modificar nuestras acciones y la motivacion de las respuestas.

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