¿Son tan necesarios los enemigos?


A principios del siglo XX el sociólogo alemán Georg Simmel argumentó que nada une a una nación o a cualquier grupo de personas, como el hecho de tener un enemigo común.


enemigos

Investigaciones más recientes, por ejemplo, la realizada por el profesor de la Universidad de Kansas, Mark Landau, no solo reafirma la unidad de los grupos, sino que además asegura que tener enemigos, ya sean políticos, religiosos, personales o de cualquier otra índole, proporciona algunos beneficios psicológicos.

En concreto, Landau y algunos de sus colegas con los cuales realizó el estudio, argumentan que los seres humanos tenemos una necesidad básica de conexión y coherencia por cosas que tengan sentido. Y los enemigos proporcionan a las personas parte de este sentido de coherencia. Si podemos atribuir muchos de los males de nuestra vida a estos enemigos, entonces tenemos un conjunto estable de esquemas y expectativas. Sabemos que podemos esperar, y si algo malo sucede, ya sabemos a quién atribuírselo.

Varios estudios apoyan estas ideas, en el estudio de Landau los participantes que tendían a ver el mundo como más caótico, fueron más propensos a percibir a las personas con diferentes creencias políticas como enemigos. Curiosamente, cuanto más poderoso percibían al enemigo (Al Qaeda, por ejemplo) más tendían a pensar que el mundo era menos peligroso.

Dicho de otra manera, irónicamente parece que a muchas personas el hecho de tener enemigos, las hace sentir más seguras. Los investigadores lo atribuyen a que la gente se crea enemigos con el fin de mantener una visión clara y coherente, ya sea de su entorno o del mundo, seguramente porque de esa forma pueden atribuir todo lo negativo a estos individuos.


Una peculiaridad del estudio estuvo marcada que cuando las enemistades fueron catalogadas como "personales", éstas fueron fomentadas intensamente por la autoestima del individuo, lo que a su vez impulsa a la persona a degradar mediante prejuicios. En el caso de los hombres estuvo determinado por tratar de menospreciar al enemigo fundamentalmente en cuestiones económicas y de fuerza física. En cambio entre mujeres, la degradación pasa mayormente por criticar la apariencia, el carácter y el atractivo físico.


Si usted tiene algún enemigo ¿es porque le ha hecho realmente daño o porque está en desacuerdo con ellos en algún punto de vista, ya sea moral, político o religioso? Piense que si tiene enemigos es porque, posiblemente, se los ha creado para poder sentirse mejor.



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